En Anzol trabajamos para crear un ecosistema de fabricación conectado y accesible, que responda y se adapte a las necesidades de la industria.
Nuestra misión es facilitar la conexión de ingenieros y diseñadores con los servicios de fabricación bajo demanda que necesitan de forma rápida, cómoda, cercana y transparente.
La idea de Anzol nació en 2020, inspirados por la red de voluntarios coronavirus makers de Galicia, de la que Alex formó parte. Esta red, que surgió en una situación de emergencia debida a la pandemia, consiguió coordinar con éxito a cientos de voluntarios para la fabricación de equipos de protección individual. Sin embargo, también hizo patente la falta de un sistema accesible para la organización de pequeñas capacidades de producción distribuidas y, aunque no era el objetivo en aquel caso, su justa remuneración.
Tras explorar esta primera idea, observamos que el acceso al mundo de la fabricación estaba muy poco digitalizado y que había mucho potencial para desarrollar una plataforma que no sólo facilitara la gestión de pedidos a través de la fabricación distribuida, sino que también contribuyera a mejorar la conexión entre compradores y fabricantes a nivel nacional.
Detrás de Anzol estamos Alejandro García Soto y Carmen Araquistain Portela, dos jóvenes de Santiago de Compostela. Por ahora somos los únicos componentes del equipo y estamos dedicándonos por completo a sacar este proyecto adelante.
Alex es el director de proyecto y responsable del área de diseño y desarrollo. Se define como ingeniero multidisciplinar y creativo. Ingeniero Aeroespacial por la UEM, estudió Máster en energía y sostenibilidad en la Universidad de Vigo y tiene experiencia profesional principalmente en el sector de los aerogeneradores y de los aviones ultraligeros como ingeniero de diseño, de calidad y de I+D+i.
Carmen se encarga de las áreas de desarrollo de negocio y comunicación. Estudió Ingeniería de Obras Públicas en la UDC y Máster Ejecutivo en gobernanza urbana por la EPFL. Su carrera combina experiencias en el ámbito público, de investigación y de empresa. Destaca su trabajo en Berlín como network planner para una importante start up del sector del transporte.
Anzol surgió a finales del verano de 2020. En marzo de 2021 empezamos a conectar clientes y fabricantes, y completamos los primeros pedidos. Tras unos meses de aprendizaje y crecimiento, decidimos constituirnos como empresa para seguir avanzando con el proyecto, y así nos convertimos en la cooperativa de trabajo asociado Despunte Diseño e Ingeniería.
¿Por qué una cooperativa? Porque creemos en un modelo de negocio social y sostenible. Primamos el bienestar y el beneficio de los trabajadores y de nuestros usuarios, sobre la rentabilidad del negocio para los inversores.
De vez en cuando, sacamos adelante pequeños proyectos creativos. Uno de ellos es un videojuego que desarrollamos al mismo tiempo que empezábamos a idear Anzol.
El juego está protagonizado por Fofo, un oso algo preocupado: el río donde suele pescar está lleno de basura. Decide salir en su barca a limpiar el río y, de paso, comer algo. El anzuelo de su caña de pescar es la pieza clave del juego: es lo único que Fofo puede mover arriba y abajo para conseguir su objetivo. De aquí surge el nombre Anzol, que significa anzuelo en gallego.
El juego fue premiado con el tercer premio en la categoría de videojuegos en el Certamen Xuventude Crea 2020 de la Xunta de Galicia. Si tienes curiosidad, puedes jugar aquí.